Perú tiene tantos lugares extraordinarios y festividades que uno nunca podría terminar de contar
Cada año, el mes de junio se viste de fiesta en Cusco, ya que es un mes de celebraciones; hay danzas, procesiones, ceremonias, espectáculos en los que participan tanto lugareños como gente de todas partes del mundo.
La más conocida en todo el mundo es la fiesta del Inti Raymi. El Inti Raymi era una ceremonia religiosa del Imperio Inca en honor al dios (Inti), una de las deidades más veneradas de la Religión Inca. Era la celebración del solsticio de invierno y se convirtió en una festividad importante para el ambiente religioso, ceremonial, social y político que se extendía por todo el Tahuantisuyo (Imperio Inca). Tras la conquista española, la iglesia católica prohibió las celebraciones del Inti Raymi en la década de 1570, empujándolas a la clandestinidad y casi al olvido.
Como se ha dicho, el Inti Raymi es la fiesta más importante del Imperio Inca. Cada 24 de junio, el Dios Sol es el protagonista de una de las festividades más importantes y tradicionales que se celebran en Perú: El Inti Raymi o "Fiesta del Sol". Durante esta fecha, miles de turistas nacionales y extranjeros recorren las calles del centro histórico de Cusco y se congregan en las explanadas de sus principales sitios para vivir una jornada especial de actividades culturales cuyo propósito es revalorar el legado inca.
Son más de 800 personas, entre actores, bailarines y músicos que -vestidos con trajes típicos- protagonizan una serie de escenas que incluyen bailes, representaciones y alabanzas que se realizan en los exteriores del templo de Qorikancha y del Parque Arqueológico de Sacsayhuamán, así como en la Plaza de Armas de la ciudad.
Hoy en día, la tradición se mantiene como una representación teatral cargada de misticismo y espiritualidad. La ruta de la celebración comienza en Qorikancha, el antiguo centro religioso de la capital inca, donde con danzas y cantos se hace una ofrenda al Apu Inti o Dios Sol.
Una vez finalizado el primer acto en la explanada del Qorikancha o Templo del Sol, los asistentes se dirigen a la Plaza de Armas para presenciar la continuación de la ceremonia. Se dice que en este lugar, conocido como Haukaypata en tiempos de los incas, se reunían las personas más importantes del imperio durante la noche anterior a la celebración para esperar la aparición de Apu Inti. En silencio y con gran respeto esperaban el amanecer, y cuando el astro ascendía entre las montañas, los lugareños daban gracias por las prósperas cosechas del año.
El extenso campo de la explanada de Sacsayhuamán es el escenario del tercer y último acto: el más importante del día, que dura aproximadamente dos horas. Aquí, el Inca y su séquito llegan para presentar sus respetos y admiración al Sol. El Inca recita una oración en lengua quechua y simula el sacrificio de un camélido para que un chamán pueda predecir la prosperidad y el bienestar del año venidero.
El regreso triunfal del Sol en el día más corto y en la noche más larga renueva la naturaleza y es motivo de regocijo y celebración. El Inti Raymi no es una celebración exclusiva de Cusco, ya que la mayoría de las poblaciones andinas siguen presentando sus ofrendas cada 24 de junio en países como Ecuador, Bolivia, Chile, norte de Argentina y Colombia. En esta fecha también se celebra el aniversario del Cusco, en el que la ciudad se envuelve en un ambiente de fiesta y diversión al que debes asistir.
El 3 de marzo de 2001, el Inti Raymi fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación. Su organización y producción están ahora a cargo de la Empresa Municipal de Festejos del Cusco (EMUFEC).